Entrevistada: Altagracia de la Rosa, Educador de Pares, CEPROSH, República Dominicana
Entrevistadora: Betty Alvarez, Consultora, FHI 360
Altagracia de la Rosa es una promotora, o educadora par, que trabaja con trabajadoras sexuales en representación de CEPROSH en Puerto Plata, República Dominicana. CEPROSH tiene más de 30 años de experiencia en los programas de VIH, incluyendo programas de prevención, cuidado y tratamiento para miembros de poblaciones clave. Altagracia ha trabajado como educadora par para proyectos enfocados en el VIH por 28 años. Su experiencia, tanto como trabajadora sexual así como una educadora de par de larga experiencia le ha dado una perspectiva importante sobre una nueva iniciativa, dirigida por CEPROSH, que se enfoca en prevenir la violencia y mejorar los servicios para individuos como las trabajadoras sexuales que experimentan violencia.
Describe los proyectos en los que has trabajado anteriormente.
He trabajado con otros dos proyectos junto con CEPROSH: Educación sobre Prevención, que estaba enfocado específicamente en TRSX y el proyecto Meta 90-90-90 que estaba abierto tanto a la población general como a las poblaciones clave, donde mi principal trabajo era incentivar a las personas a hacerse la prueba de VIH.
¿Qué consideras es diferente, en términos de cómo eres recibida por las trabajadoras sexuales, desde que empezaste a hablarles específicamente sobre la violencia?
Este es un nuevo tema; las chicas ya saben lo básico sobre el VIH y la educación sexual, pero nadie les había hablado sobre la violencia y esto ha causado un gran impacto. El tema les resulta interesante porque han sufrido muchos tipos de violencia.
Es más fácil abordarlas [cuando hablamos de violencia] y están más dispuestas a hablar conmigo y a participar de las actividades porque ellas quieren saber más sobre el tema de violencia y los servicios disponibles, especialmente los que son gratis, y los tipos de ayuda que puedan recibir de CEPROSH y otros socios.
Antes no lográbamos que vinieran tantas chicas a CEPROSH, o por lo menos no venían tan rápido a buscar servicios. Pero, ahora entienden los peligros a los que están expuestas y que tienen un tiempo límite para obtener cosas como PPE y AdE. Se han dado cuenta de que han sido víctimas de violencia y este conocimiento las ha empoderado para tomar acciones respecto de su salud. Incluso varias mujeres transgénero, que se dedican al trabajo sexual, se me han acercado pidiendo información y pidiendo participar en las actividades.
¿Hablar sobre la violencia ha causado que interactúes con grupos distintos de trabajadoras sexuales?
Las chicas que trabajan en las calles son las que más se me acercan, porque las chicas que trabajan en los negocios se sientes más protegidas de la violencia.
¿Hablar sobre la violencia durante las actividades de alcance comunitario hace que las personas piensen diferente sobre CEPROSH?
El tema de la violencia definitivamente hace que las personas vean a CEPROSH con mejores ojos, porque ahora saben que hay más servicios disponibles y que no son solamente para PVVIH. Servicios gratuitos, como pruebas de VIH e ITS, y otros servicios que también son gratuitos para las TRSX como el Papa Nicolau, y que no están relacionados con su estatus de VIH también son una gran razón para que ellas acudan a CEPROSH.
¿Cómo ayudas a las personas a entender el vínculo entre la violencia y el VIH?
Les explico lo que es el VIH y el hecho de que si son víctimas de violencia el riesgo de infectarse con el VIH u otras ITS es mayor. Luego les dio ejemplos de situaciones de violencia que las podría llevar a problemas de salud, como el sexo sin condón.
¿Piensas de una forma distinta respecto de tu trabajo en comparación con el pasado?
Siento que este trabajo me hace sentir más identificada con las trabajadoras sexuales a las cuales me acerco, porque mi hija solía ser víctima de violencia. Este trabajo me ha ayudado mucho a entender la experiencia de mi hija, como manejar mejor la situación y como abordarla correctamente, y al mismo tiempo este conocimiento y experiencia me han servido para ayudar a otros.
Siento que al abordar el tema de la violencia soy capaz de crear una mejor conexión con la persona con la que hablo y que esa persona está más dispuesta a confiar en mí.