Escrito por Mario Schauer, fundador de Rompiendo el Tabú

Nací en Honduras, un país predominantemente conservador y tradicionalista, donde la educación sobre la sexualidad humana es algo que se debe aprender en el camino y no en textos. Donde haber contraído el VIH no sólo es una infección a la que hay que tratar, sino que también hay que saber ocultar.

Revelar tu condición de VIH a una sola persona implica que todo tu círculo social se va a enterar y algunas personas se alejarán de ti para evitar ser tildados como VIH positivo. El rechazo estará a la orden del día, dejarás de ser una persona o un profesional y tu nuevo título o etiqueta será “EL SIDOSO”. Esto a pesar del hecho de que el VIH y el SIDA no son intercambiables y que el VIH ya es generalmente controlable con medicamentos y un estilo de vida saludable.

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Photo Credit: Mario Schauer

Tu vida sexual se volverá complicada, aun cuando se trata de un relación estable. Si tu pareja te acepta con tu condición de VIH, te tocaría educar a el resto de su familia para que puedas tener un matrimonio tranquilo.

En mi caso, mi condición se hizo pública a través de personas afines a mi labor que robaron mi historial médico, sacaron copia de ello y lo distribuyeron a todos los medios de comunicación que pudieron con el fin de revelar mi condición. Sin embargo a pesar de las amenazas de muerte y muchas dificultades, sobrevivo al virus más fuerte y ágil que nunca.

Llevo 10 años con él y mi trabajo ahora es apoyar a las personas que están recientemente infectadas o en riesgo de infección. También me esfuerzo para ayudar a todo quien busque de una educación sexual según sus intereses personales.

Esta experiencia de vida, aparte de ayudarme a encontrar mi pasión por ayudar a los demás, me permitió también generar el interés por aprender más sobre temas que tengan que ver con el VIH. Resulta que este virus afecta el sistema inmunológico, en otras palabras, todo lo que tiene que ver con alimentación, salud, educación, sexualidad, chequeos médicos y por eso, se pierde el miedo a hablar sobre temas tabú. Por medio de educación autodidactica aprendí más de lo que esperaba y me di cuenta que faltaba realizar algún proyecto que hiciera que las personas también supieran lo que hasta ahora había aprendido. Así nace Rompiendo el Tabú, un movimiento social que permite romper barreras tradicionalistas sin promover la violencia.

Nuestra misión es simple: romper los tabúes sociales por medio de la educación y generar interés en las personas por querer aprender sobre salud sexual preventiva.

En un plano más personal, el VIH llegó a mi vida sin esperarlo, revolvió todo lo que había hecho y destruyó todo lo que existía a mi alrededor. Tras ese evento, mi vida solo tenía dos opciones: echarme a morir o salir adelante. Yo escogí la opción dos y hoy en día, 10 años después, mi proyecto va arrancando como un 747 iniciando vuelo – cuesta al principio, pero cuando se levanta, alza para arriba.

Amo lo que hago, me satisface ayudar a alguien con necesidad de una mano amiga sin juzgar y, sobre todo, amo el trabajo así que mi labor y mi vida son mi máximo logro personal.

Hoy puedo decir que debido a las circunstancias soy mejor persona. Si me preguntan ¿Le tienes miedo al VIH como una enfermedad mortal?, hoy puedo responder que NO.

Para romper un tabú hay que hablar del tabú.

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